LA TIERRA
DONDE LA VIÑA ES UN RETO
El mar de viñas es hipnótico. La vista sin fin de una cuadrícula perfecta, con las fuertes cepas alineadas sobre las lomas rojizas. Esto es la tierra de Toro, partida por el nervio del río Duero, que desde hace miles de años han cruzado agricultores y gentes del vino. Solo su esfuerzo permite explicar por qué triunfó la vid en un lugar tan arduo y extremo.
Los rigores de la altitud, los duros inviernos del clima continental, la escasez de lluvias y los suelos pedregosos. Unas condiciones exigentes, unas tierras que son un reto. Solo una suma única de tenacidad, obstinación y pasión por el viñedo podía lograr una viticultura que hoy es un auténtico tesoro de la tradición viñatera europea.